Así en la kantxa como en el Cielo... de la puerta para adentro: somos todos iguales.

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lunes, 21 de febrero de 2011

el mus [aproximación]



No es postre...es aperitivo y postre.


Porque se juega antes de la cena y también después de ella.


El mus es mucho más que un juego de barajas. Es aprender a escuchar monosílabos (“si” / “no”), es desafío, es revancha, es un juego “de viejos” que también lo juegan los jóvenes que llegarán a ser viejos.

El mus es también un juego de caballeros, porque hay que jugar honestamente. Es increíble, pero todavía hay gente que hace cosas indignas, como pasar señas falsas o apoyar un vaso de aperitivo en la mesa... Incluso he visto discusiones acaloradas por un tanto mal contado y a un muslari (jugador de mus en euskera) levantar un amarrako que extrañamente se le había caído al suelo, seguramente durante el último período glacial.

Hay uno que cree que el mus es un juego ciencia y que toda jugada es explicable desde la razón y los pensamientos lógicos, a ese le dicen “Científico” y cada vez que pierde le recordamos el error de su posición.

En cambio nuestro Coté -un temperamental- cree que gritando “órdago!” con decisión y obstinamiento propio de un vasco que no tiene razón, los demás se asustarán y tendrán pesadillas durante meses... a ese le recordamos durante toda la semana que por su culpa y falta de oportunismo perdimos el partido.

El Tío, que tiene por parte de su madre “un chorrito de vasco”, desde afuera dice que juega plata por uno de los equipos, pero nunca hemos visto que pague ninguna apuesta (propio de turco, beduino, libanés o quien sabe qué...).

Pero también es un juego en el que se discuten las reglas y por eso en mi carácter de Archivero de la Cancha me permito dejar en claro algunas de ellas que considero de suma importancia:

1. no se pueden pasar señas falsas (propio de villanos);
2. no se puede apoyar sobre la mesa un vaso que transpira (se moja todo);
3. no se deben mojar los dedos con la lengua para dar las barajas (usar mojador o trapo húmedo);
4. no es necesario gritar (para escuchar gritos nos quedamos en casa con nuestras mujeres);
5. con el contrario no se conversa (se lo mira con desprecio y nada mas);
6. los contrarios no cuentan nuestros tantos ni tocan nuestros amarrakos;
7. no es lícito envidar si no se tiene;
8. no se debe interrumpir una sobremesa para comenzar el juego del mus (hay que dar tiempo a todo lo que es importante).

Creo que con esta aproximación al juego del mus, podemos iniciar un proceso sociabilización importante y al cabo del cual lograremos parecernos unos caballeros del juego.

No hay más!